El p2p analógico en Ecuador: tan moderno como ancestral

Marcela Choloquinga, vicepresidenta de AJUMPRE y participante de la Cumbre del Buen Conocer

Marcela Choloquinga, vicepresidenta de AJUMPRE y participante de la Cumbre del Buen Conocer

Talleres sobre cuentos infantiles, fotoperiodismo, economía solidaria, técnicas de manejo de bicicleta, danza árabe, repostería, yoga, origami… todo en un solo lugar y a un precio de $0.

El lugar se llama La Trueca, una organización que promueve el trueque como método de intercambio en donde el valor no es monetario, sino personal y/o emotivo: la persona que brinda el taller hace una pequeña lista de cosas que le hacen falta o requiere. Quien acude a recibir la clase debe llevar uno o varios artículos de esa lista. Las listas pueden incluir desde un microondas viejo a una lámpara de piso; o, simplemente, hay talleristas que dan su clase a cambio de recibir otra.

“Lo que más valoramos aquí es el poder compartir lo que sabemos”, dice Anapaula Ramírez, una de las fundadoras de La Trueca. “Todo esto nació cuando vimos el proyecto Trading School en Nueva York y decidimos con unas amigas aplicarlo aquí”.

La Trueca busca romper con la idea de que el conocimiento sólo se adquiere en una institución y de que el aprendizaje, necesariamente, deba tener un valor monetario. El trueque es tan o más válido como los métodos de intercambio tradicionales.

Prácticas como el de La Trueca, un p2p (peer-to-peer, de par a par) analógico, han existido siempre en Ecuador y cada día tienen más visibilidad.

La Asociación de Mujeres de Juntas Parroquiales Rurales del Ecuador (AMJUPRE) es otra de las iniciativas que promueven el acceso libre al conocimiento e, al igual que La Trueca, fomenta que éste sea compartido.

AMJUPRE nació con el propósito de ayudar en la capacitación de la mujer rural en áreas de liderazgo, derechos y TICs. “Era necesario que todas nos ayudemos entre todas para tener las mismas oportunidades que el resto de las mujeres”, comenta Marcela Choloquinga, vicepresidenta de la organización.

Marcela reconoce que los principios en los que se basa AMJUPRE son los mismo en los que comunidades ancestrales se han basado: el Sumak Kawsay (Buen Vivir), un concepto que entre otras cosas busca igualdad social, y la Minga. “Todo es un trabajo colectivo que debe ser redistribuido. Cuando las mujeres reciben la capacitación deben volver a sus comunidades a replicar el taller y capacitar a las mujeres de su pueblo”, explica Marcela.
Tanto La Trueca como AMJUPRE son ejemplos de que las costumbres colaborativas en el país tienen, por un lado, una larga historia, y por el otro, que dichos principios perduran a pesar del tiempo y las influencias globales.

Esta experiencia y conocimiento son vitales, de ahí que Marcela Choloquinga será una de la invitadas a la cumbre del #BuenConocer que empieza este 27 de mayo.