Nombre: Paul Bouchard
Biografía: Profesor en Concordia University, Montreal, Canadá
Cargo en FLOK: Coordinador de investigación, vertiente Capacidad Humana
“Creo que Montreal es uno de los mejores lugares para crecer, bueno, excepto en invierno cuando la temperatura desciende a -20C. Ante esto Quito no suena tan mal ¿verdad?”
Así inicia la entrevista que realizamos con el profesor Paul Bouchard de la Concordia University en Montreal, Quebec, Canadá, y es que la distancia geográfica parece poca cuando ponemos en contexto otras situaciones como el clima o su orgulloso bagaje galo. Cabe recordar que la mencionada ciudad es una de las capitales culturales de Canadá y la urbe de habla francesa más grande afuera de Francia.
Bouchard es un especialista en la educación para adultos aunque afirma prestar especial atención en conceptos como el aprendizaje autónomo (edupunk) en el contexto del aprendizaje en red. Otras áreas en las que ha profundizado son en la economía del conocimiento, en las nociones de capital humano y en el estudio de las políticas educativas.
Actualmente se encuentra explorado la dimensión teórica de las redes que causan tensiones o concentraciones de poder en ambientes supuestamente libres.
Para el canadiense Latinoamérica no es un sitio desconocido ya que tuvo la oportunidad de visitar Guayaquil en el invierno del 2005 y trabajar con una pequeña universidad local que culminó en una propuesta admitida por la Canadian International Development Agency, además en un periodo de 6 meses realizó investigaciones de campo en México, Cuba y Haití entre otras naciones.
El trasladarse a Ecuador no implica para el profesor dejar su actual situación en Canadá ya que como profesor investigador de su universidad puede solicitar permisos para que por un tiempo determinado pueda trabajar fuera de las paredes de su actual campus. El profesor asegura esta listo para empezar a trabajar en FLOK aunque si bien no terminará su curso académico hasta mediados de diciembre, propone que cualquier reunión importante puede participar vía online.
Bouchard se dice especialmente intrigado por la polarización que se ha gestado a partir del contexto del conocimiento en red ya que por un lado están las posiciones obvias respecto al acceso abierto y el sharing (compartir) en red contra el enorme esfuerzo para radicalizar la legislación en derechos de autor. También considera interesante la paradoja entre “la inútil acumulación de la investigación propietaria” y el acercamiento mucho más amable de las revistas científicas de acceso abierto y se lanza las siguiente preguntas ¿cuándo terminarán los ataques a este tipo de publicaciones en nombre del profesionalismo y el rigor? ¿son las publicaciones de acceso abierto de menor calidad? ¿que tipo de revisión o garantías tienen las organizaciones que realizan investigaciones propietarias que las de acceso abierto no cuenten?
Concluye afirmando que nos encontramos en tiempos interesantes en donde al estar en medio de la batalla aún hay mucho por conocer. “Creo que la posición de Ecuador será de útil para contribuir a estos debates” afirma, y hace el comparativo entre la economía cooperativa de principios del siglo XX como alternativa al capitalismo con los fenómenos como los microcréditos en línea, las posibilidades del acceso abierto y la apertura de los candados del derecho autoral.
-Conrado Romo
Name: Paul Bouchard
Bio: Professor at Concordia University, Montreal, Canadá
Job at FLOK: Research coordinator: Human capabilities stream
I am from Montreal, Québec, Canada. I am actually still living in the city where I was born. They say that Québécois people are the least mobile of North Americans, probably because we speak French and relocating would mean switching to English. In my case, I grew up speaking both those languages, so I guess I just still believe that Montreal is one of the nicest places to be. Except of course during the winter months, where the temperatures are routinely minus -20C. Quito sounds good in this context, eh?
I was a community youth worker in 1990 when I decided to go back to graduate school. Without really intending to do so, I was drafted into the Ph. D. program, offered a grant, and I graduated in 1995. I was fortunate enough to find a job at Concordia University, where I am still a professor. I was granted full professorship last year, 2012.
I am interested (and have published) in various aspects of adult learning. I have examined the concept of learner autonomy, particularly in the context of networked learning. I have also delved into connected topics, such as public policy on learning, the so-called knowledge economy, and the notion of “human capital”. I am currently exploring the theoretical dimensions of networks that create natural “tensions”, or concentrations of power in an environment supposedly free of such constraints.
I worked in Guayaquil, Ecuador in the winter of 2005. During my 6-month sabbatical, I wrote a joint proposal with a small university in that city that was submitted to CIDA, the Canadian International Development Agency. I have done fieldwork in Mexico and Cuba, as well as Mali, Tunisia, Haiti, and other places.
As a research professor, I can request a leave to pursue research outside the walls of my institution for given periods. I am looking forward to doing that in the coming months in Quito, probably starting around January 15, 2014. I am also available to work online if need be.
For some time, I have been collecting articles, reports and opinions on the politics and economics of Open Learning. I have observed in several of my writings that the new context of networked knowledge has created a polarization between the obvious ease of open access and networked sharing, on the one hand, and a tremendous backlash effort to “radicalize” copyright legislation in order to stifle that movement. Another interesting paradox is the dubious usefulness of proprietary research databases, as opposed to the seemingly more congenial approach of open access journals. What then of the attacks on the latter in the name of rigor and professionalism? Are open access publications lower in quality for lack of adequate supervision? What type of checks and guarantees are available to proprietary organizations, that are not available to open access ones?
These are interesting times, as the outcomes of these struggles are still very much unknown.
I think Ecuador’s position could be a useful contribution to those debates. We have seen the rise of economic co-operation in the early 20th Century as an alternative to the failings of capitalism, and we are seeing now some exciting developments enabled by the new connectivity, such as online micro-credit, and “pools” of Open Access marketplaces to “unlock” copyrights. I am certainly no stranger to the predicament of the Andes region’s traditional bio-pharmacology in the age of GMO’s and gene-staking by pharma companies.